La crisis, la Memoria Histórica, el PP y la Iglesia
La crisis, como era de esperar, se está agudizando. Con fecha de hoy se ha anunciado al aumento del paro hasta más de un 13 %. Esto es producto de varios factores:
El previsible derrumbe de la edificabilidad incontrolada por la desmesurada avaricia de unos constructores que solo han pensado en el enriquecimiento rápido, olvidando la diversificación de nuestra industria, que al fallar la demanda de inmuebles se han visto inmersos en un desastre económico por su falta de previsión. ¿Dónde están los millones que ganaron en su época de bonanza, en qué paraíso fiscal)
Por otro lado está la Banca, desconfiando de prestar ayuda a otros agentes económicos ante el aumento de la crisis, que no solo es española, sino mundial, Luego no es achacable al Gobierno Socialista. No creo que la solución esté en congelar las subidas de sus salarios menores, sino en la desaparición de los supersueldos de sus jefes y consejeros.
De otro lado está el continuo machaqueo por parte de la oposición, que en lugar de crear un clima de confianza y apoyo al Gobierno, como correspondería en un caso tan grave como éste y como han hecho la mayoría de países afectados, ha seguido inculcando el miedo, esperando que de esta forma podrían ganar algunos votos para sus fines, sin importarles para nada el hundimiento de la economía española siempre que lograran hacer caer al Gobierno. Para ello no han presentado ni una sola opción, como no sea la congelación de salarios y pensiones, como acostumbran hacer, y la desaparición de la obra pública. O sea, que la crisis la paguen los de siempre. No se les ha ocurrido acabar con los supersueldos, ni con los blindajes de los directores de empresas en peligro, las famosas stock options, que sumarían muchos millones, (y que son como un premio a la ineptitud,) lo cual aliviaría sensiblemente el costo de la crisis.
De igual manera tenemos el comportamiento de la Iglesia, que tras pedir que no reabramos nuevas heridas, se han dedicado a la beatificación de los curas muertos por la República, olvidando los que ellos fusilaron en el País Vasco, ya que a estos los consideran rojos y no tienen derecho a la santidad, están bien muertos. Solo se puede ser santo si eres de derechas. Olvidan que sus sacerdotes estaban presentes en los fusilamientos, aplicándoles la Extrema Unción para tratar de salvar sus almas, ya que sus cuerpos no tenían remedio. Esto es una Memoria Histórica solo para los suyos. Aprovechando los últimos acontecimientos, yo propondría la beatificación de nuestra nueva Agustina de Aragón, la valerosa Esperanza Aguirre, a la que denominaríamos a partir de ahora “Santa Esperanza de Bombay”.
José María Oviaño